NAMASTÊ!

"El dios que habita en mi, saluda al dios que habita en usted"




martes, 8 de junio de 2010

Capitulos de Vida

¿Cuánta seguridad muestras en cada una de tus acciones? ¿Cómo reacciones frente a la sorpresiva actitud de un amigo que te da la espalda y te jura “nunca más quiero verte”? ¿Te ha pasado darte cuenta que tus sueños de juventud tuvieron que ser enterrados? ¿Qué actitud tomas cuando un buen día te das cuenta que tu trabajo te pesa, que no te ilusiona cuando lo enfrentas cada día? ¿Y si sientes nostalgia de ya no ser la que fuiste, qué pasa?

No creas que todo lo que acabas de leer es dramatismo, es más común de lo que imaginas. Muchos hay, que renuncian a sí mismos casi sin darse cuenta, o clasifican esa entrega como amor de madre, de esposa, de amiga...de tantas otras cosas... Y solo perciben el vacío de ese extremo cinicsmo  cuando no hay más retorno posible.

Generosidad es aquel acto que permite incentivar el amor por ti misma y ser un ejemplo para la vida del otro. Por supuesto que tenemos que conceder. Mucho de nuestro tiempo desde muy temprano en la vida. Comenzando por el ámbito familiar. ¿Pero hasta dónde es justa para contigo esa renuncia?

A nivel de alma todos somos uno. Esto significa que cuando alguien sufre podemos sentir, compartir, entender su dolor. Debemos ayudarla como si se tratara de nuestra propia persona. ¿Pero, estoy en condiciones de tanta entrega? Debes observarte, ¿estás en un período de buena energía, tienes suficiente como para entregar una cuota de tu fuerza al otro? Porque si también estás en un momento de probación, que te fragiliza, donde tu energía está fragmentada, entonces no es buena cosa, ni estás en condiciones de ayudar.

Recupérate. Combate el dolor que te debilita, ora mucho y sin cesar, por salir de ese momento oscuro de tu propia vida...entonces sí, podrás ayudar al que sufre. Quizás también debas enseñarle como buscar fuerzas, cuánto debe aprender de ese momento de dificultad. Saber, sin temor a equivocarse, que todos tenemos una fuerza interior que puede sacarnos de momentos tenebrosos.

Esta es una misión que se logra por fases. Primero debes haber sufrido en carne propia, sentir que has perdido tu camino, que por el momento parecías estar parado frente a un abismo. Entonces buceando en tu interior sabrás que posees una entereza que está ahí para ser usada. Buscar ayuda en alguien que te inspire una profunda sensación de armonía...Luego vendrán momentos de alivio por estar parado nuevamente en la Luz. Más sabio, habiendo barrido muchos temores y preocupaciones absurdas. Llegará el momento que estarás preparado para servir de apoyo a quien te recuerde tus capítulos pasados. Pero recuerda: primero tu. Pasado un tiempo, estarás listo para luchar por la unión de la familia y más adelante podrás extenderla a los distintos grupos que te rodean. Finalmente viaja con tu nueva percepción hacia el mundo, al universo...

Recuerda entonces que la manera como percibes tu vida depende de cuan minuciosamente estás dispuesto a observar. Si consideras tan solo la superficie de las cosas muchas veces todo puede parecer muy desordenado.
La ley de Murphy parece ser la realidad incuestionable: “Si algo puede ir mal, irá mal”
Sin embargo bien sabes, que tu posees el poder de ver más allá del caos. Cuando observas por tiempo suficiente, llamándote al orden y paz interior adviertes que el orden está por detrás de todo.

De lo que acabas de leer, no creas todo. Deja que tu alma elija que partes de mis reflexiones te son aprovechables.
Algunos florales para ver todo más claro:

CRAB APPLE...........................clarificador de ideas.
GENTIAN.................................exceso de preocupaciones

Un abrazo
Graciela

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