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"El dios que habita en mi, saluda al dios que habita en usted"




domingo, 19 de septiembre de 2010

La ley de Causa y Efecto

La Ley de Causa y Efecto es una ley de vida que muchos no toman en cuenta, y que es realmente la más importante para poder lograr buenos resultados en todos los aspectos de la vida.

¿Cómo funciona?

La Ley de Causa y Efecto es conocida también como Ley de Consecuencia, Retribución o Compensación. La Ley de Causa y Efecto es una ley que funciona perfectamente en todos los planos y trae a cada momento todo lo que hayas sembrado, tanto en pensamiento, palabra o acciones. Quiere decir que todo lo que haces pone en movimiento una causa y ésta trae una consecuencia, positiva o negativa, que dependerá de la causa que tú y nadie más que tú, originaste. No existe el azar, la buena suerte o la mala suerte, sólo resultados.

Todos tenemos responsabilidades que cumplir y que no debemos evadir. Si así lo haces tendrás que hacer las correcciones necesarias o atenerte a las consecuencias. Cuanto más te resistes más difícil y penosa será la corrección, con consecuencias ineludibles y por tanto tiempo como te lleve descubrir la equivocación que sólo tú has generado.

Aún los actos aparentemente “insignificantes” pueden afectar a docenas y aún a cientos de personas y de esas consecuencias seremos directamente responsables, y la propia ley exigirá su pago, que no es otra cosa que el proceso de aprender a obrar bien. Como somos aún seres evolucionantes e imperfectos, estamos expuestos a cometer errores

Un error cometido honradamente, con sincera intención de ser constructivo, igualmente tendrá que ser corregido, pero la corrección será más severa si has reconocido tu error y continúas a evadirte por el solo hecho de satisfacer tus deseos personales. Para ejemplificar, sencillamente la mecánica de la Ley de Causa y Efecto, podemos decir que si solemos tener sentimientos negativos como la envidia, la codicia, o el rencor y solemos pensar en negativo con respecto a nuestras vidas y la de las demás personas, los resultados serán entonces negativos.
Y si por el contrario pensamos en positivo y luchamos para que cada día seamos mejores, entonces así lograremos resultados positivos.

Si cambias la calidad de tu pensamiento, cambiarás la calidad de tu vida. El cambio de tu experiencia exterior traerá consigo el cambio y una nueva vivencia interior.
Recogerás lo que has sembrado ya sea negativo o positivo. Ahora mismo lo estás haciendo.

Todo lo que eres o llegues a ser será el resultado de tu modo de pensar y de tu actitud. Tengamos en cuenta que el pensamiento es el arma más importante para lograr nuestros objetivos. Si deseamos a los demás buenas cosas, entonces estamos al mismo tiempo deseándonos buenas cosas para nosotros mismos.

La suerte es una palabra vana. Las muchedumbres se dejan llevar, arrastradas por el medio ambiente que las envuelve, por charlatanes que poseyendo el don de la palabra dominan a los ignorantes. Por eso es tan importante que antes de seguir a alguien pesquisemos, leamos al respecto para saber en qué estamos entrando.

Ante tus carencias no sigas los deseos y voluntades de los demás. Primero asegúrate que lo que escuchas tiene una base de realidad, de veracidad, de sabiduría. Las sugestiones y otras múltiples causas externas nos empujan como autómatas en el gran escenario de la vida.

Recuerda y no dejes de reflexionar frente a tus dificultades: toda situación que te aflige ha tenido en algún momento la causa que tú mismo generaste. Entonces ármate de paciencia y corrige lo que haya sido. Siempre hay una salida. Provoca otras causas y con esto, cambiarás los efectos.









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