Aunque te parezca una idea ingenua, puedo asegurarte que tu bienestar emocional muchas veces es alcanzado con ideas simples. Claro, que como por naturaleza somos conflictivos la simplicidad nunca ha tenido una fama luminosa. Nos parece natural que la vida esté formada por altos y bajos. Y no me queda claro si ante el desgaste de vivir en esa montaña rusa, llegamos a damos cuenta que somos los únicos responsables Que cuando conseguimos alcanzar algo de sabiduría interior quizás no la aprovechamos como es debido. Y pasamos locamente a otra cosa sin resguardar el conocimiento adquirido. Para ser amigo de ti mismo serán necesarias algunas condiciones de espíritu a las que no estás –quizás- acostumbrado. A saber:
1º) Quererte bien y mucho.
2º) Tenerte paciencia.
3º) Aceptarte siempre, aunque no te entiendas.
Nunca serás tu mejor amigo si siempre estás tratando de agradar a los otros. Aprende a negarte a participar de momentos en los cuales no crees, rechazas o simplemente te aburren. No hagas nunca nada que te desagrade. No cambies tu momento y preferencias por ceder a las presiones de un amigo, o un grupo. Niégate. Sé gentil, educado pero firme. Este es el camino, para convertirte en tu mejor amigo. No pienses, no temas en las consecuencias que esta actitud pueda acarrearte. Este, es un nuevo proyecto en el cual vale la pena investir.
Hay un pequeño- gigante, que me gusta proponer a mis pacientes como deber de casa: Serénate por unos instantes, cierra tus ojos, respira profundo algunas veces y pregunta a tu silencio interior: ¿cuál es la oportunidad que se esconde detrás de esta dificultad que empaña mi día? No lo dudes, siempre existe Una.
Por otro lado algunos perfiles que debes abandonar: ¡para de sentirte perseguido, condenado, juzgado, mal querido! Para de “neurotizar” (acabo de inventar la palabra) tus relaciones, buscar peleas por tonterías, entrar en discusiones, rebuscar en el pasado a quien ponerle la culpa para ser de la forma que eres hoy en día y que tanto te desagrada. “Soy así, porque no tengo suerte” o peor: “No pedí para nacer”. El mundo que te recibió y el que hoy te rodea, aunque no lo creas es sólo un mero espectador. Y por si no lo sabes, tu alma, sí eligió para nacer este medio, estos padres este signo, porque esta vida, era lo que precisabas para seguir evolucionando. Entonces ¡despiértate! Sálvate por voluntad propia, nada más que para volverte más fuerte, irrepetible, luminoso, de todos los traumas que te inventas.
Aprende a practicar el silencio algunos minutos en tus días. Aprende a orar desde el corazón. Aprende a perdonarte y a abrazar el mundo. Pide antes de más nada, ganar o recuperar tu armonía interior. Pídelo con mucha fe, aunque no tengas consciencia de lo que realmente supone ser. Ya verás, que con el pasar de los días, una calma maravillosa inundará tu ser. Los problemas, conflictos y neurosis, todavía estarán acechándote, pero cada vez más disminuidos. Niégate a ser tu peor enemigo.
Practica entonces, el Arte de Simplificar la Vida.
Un floral para ayudarte a seguir tu Camino:
WALNUT + LARCH
Un abrazo
Graciela
Graciela Moratorio
Terapeuta Floral
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