NAMASTÊ!

"El dios que habita en mi, saluda al dios que habita en usted"




jueves, 28 de octubre de 2010

Mini cuento


El círculo


La noche plagada de pesadillas, por fin llegaba el día.
El día y su tedio interminable, al fin caía la noche.

viernes, 8 de octubre de 2010

La depresión en los domingos

Varias veces he escuchado en consulta el pedido de auxilio frente a un cuadro de depresión que se presenta en los domingos. Y no es cuento. Existen estadísticas que corroboran esta afirmación, registrando un aumento en la cantidad de suicidios en ese día.

Dicen que Dios creó el mundo en seis días y en el séptimo descansó. Hoy en día, pocos seres humanos se dan el lujo de descansar los domingos.

Unos, son llevados por la idea de adelantarse en el tiempo en vez de vivir cada momento. Y estos mismos, luego de haberse permitido aflojarse en el fin de semana, comienzan, en las últimas horas del domingo a pensar en los compromisos del día siguiente. Quizás son una avalancha de obligaciones. Quizás la angustia que les genera la urgencia de sus horas ya previstas, hace con que el coraje inherente a todos nosotros, desaparezca por lo que supone comenzar nuevamente.

¿Quién se siente de esta manera angustiado, aplastado por un desánimo creciente habrá sabido planificar su merecido descanso? ¿Sabe priorizar?

Existen también aquellos en que un día sin hacer nada los pueda llegar a deprimir. La febril actividad de la semana laboral no les permite detenerse y descansar ni en el momento del almuerzo. Ni saben como “desenchufarse”. He visto a muchos almorzar, sin soltar el celular.

Y si hablamos de los niños de hoy tampoco son excepciones y los estamos programando para que repitan los mismos errores que cometemos.
Les hemos “rellenado” sus horas diarias de tal manera, que pierden el contacto de distraerse en su propio silencio. ¿Has visto como los niños juegan a solas? ¿Cómo hablan con compañeros imaginarios? Y eso, tan enriquecedor en su desarrollo, en su imaginación creativa, les trae, cuando les permitimos tiempo, un equilibrio interior necesario y saludable.
Pensemos detenidamente si les estamos dando espacio para cultivar el valor de la vivencia consigo mismo.

Tú, que quizás hayas ya superado varias etapas de tu vida, piensa si has convertido la actividad ansiosa en tu ritmo de cada día. ¿Hasta cuándo conseguirás mantenerte en ese tren?
Y están los otros que se sienten culpables por que de vez en cuando se sorprenden en un “dolce far niente”.
Nuestro cuerpo-mente necesita relajarse alguna vez, para disolver la carga acumulada de actividad forzosa.

La depresión de los domingos también se suele relacionar con la soledad que se llega a sentir en las ciudades frenéticas de hoy día. Sentirse solo aunque esté en compañía de alguien. Que creo es la peor de las soledades. Pues esta soledad conlleva a que no consigo acercarme al otro. No me escuchan o no sé compartir. Y al final de esa emoción aislante también se puede desembocar en una depresión.

Pero de todo esto aquí expuesto, lo más importante es aprender a estar bien consigo mismo. Porque cuando el conflicto está dentro de uno la soledad, cualquiera sea, la depresión que ataca en un domingo de tardecita es la conciencia, o tu interior, tu alma, como quieras llamarle que te ruega que busques el equilibrio. Te acucia para que enfrentes cuestiones pendientes. Que quizás, poco o nada tengan que ver, con el otro o con un fin de tarde de ese domingo.
Aprendamos a practicar la templanza frente a situaciones que llamamos problemas y resolver cada cuestión en su momento oportuno. Serenamente. Alguna puerta se termina abriendo.

El domingo puede ser un día perfecto. Para esperar amparado en tu Tranquilidad Interior, en tu Fe, teniendo claro que tu Bienestar depende de la línea de tus pensamientos y que puedes aprender a disfrutar plenamente cuando te confortas sabiendo que nunca, estás solo.
Aquí te dejo una fórmula para que limpies esas sombras que de vez en cuando te inundan:

RESCUE REMEDY + MUSTARD + CRAB APPLE

Un abrazo